AGUJEROS NEGROS
él le dijo que no estaba interesada en él. él por su parte no le creyó e insistió y así fue como en la madrugada escapó de su departamento.
– pendejo, si hubiese querido le quitaba hasta su dignidad si me servía de algo..
eso contó la noche siguiente cuando cenaba con su novia haciendo uso del dinero que cobró por algo que lo habría hecho gratis si el otro hombre usaba las palabras correctas.
PIROMANÍA
por supuesto, prefería no hacerlo. Pero una pistola que asomó por la TV me dictó que la siga viendo hasta que la luz azul me quite el sueño.
– por eso queme la casa, por miedo a despertar no siendo el mismo.
UN DÍA DE ESOS
– ¿Cómo te llamas tú?
– José
– ¿Y el otro?
– Jesús
– ¡Qué clase de nombres tibios son esos!
Los pobres hombres suspiraron viéndose entre ellos. Se encogieron de hombros y como conectados dijeron juntos.
– Así nos han puesto.
La prostituta sonrió y luego los analizó de pies a la cabeza.
– Tú te vas a llamar Rychi…- dijo señalando a José y luego dirigiéndose al otro
– … a vos ya veré como ponerte.
Ella se alejó moviendo el culo hasta un cuarto mientras los dos hombres de pie se la quedaron observando.
– ¿Se van a quedar ahí? Una hora es lo que tienen para ver si el dinero que han pagado sirve de algo.
Pasos torpes de José y Jesús la siguieron hasta su despacho.
MICRORRELATOS
IRONÍA
me dijo que ya no me quería.
pero eso era mentira por eso no le creí.
le dije “yo si te quiero”.
pero eso era verdad por eso no me creyó.
KA
reptiles del amanecer incubaron sueños en mí.
por eso es,
en las noches profundas no puedo dormir.
KA
OLVIDO
La felicidad es olvido. Olvido de los demás y de uno mismo. Es tan triste.
La tristeza es un recuerdo. Recuerdo de lo que no sucedió, de lo que no se pudo hacer por los demás y por uno mismo. Es tan cruel.
Lo cruel es un recuerdo en olvido. Por eso ese personaje anclado en su porquedad sonríe mientras lastima intentando evitar su tristeza.
¿Entonces qué hay?
La verdad ahí hay nada… Lo que sobra de eso es lo que hay. El resto solo lo imaginamos para no sentirnos solos. Imaginamos nuestra imaginación y con esta sonreímos en el mejor de los casos. O sino…
Imaginamos nuestros triunfos, nuestros fracasos, el poder en su falta. Imaginamos nuestra identidad a partir de nuestras elecciones, decisiones. En otras palabras, ganas de vomitar lo que nos obligaron a tragar, hacerlo y seguir queriendo más.
KA
CAMINANTE
Era otoño o tal vez fue primavera. Luces de verano no se dejaban ver tras oscuras nubes invernales.
Por eso y otros motivos andaba de ambulante recortando camino por donde mis pies no debían andar.
En otras palabras, estaba medio perdido siguiendo el sueño subterráneo que pocos humanos desean alcanzar.
Finalmente llegué, ahí estaba mi sueño. Una luz cegadora no me dejó mirar bien.
-¡Quítate!- Le dije. No se quiso quitar. Cogí una piedra…
Así maté al primero de mis sueños que había alcanzado.
Kaaguiloas
EL GEN
Bueno, diré en mi defensa que no fui quien lo creo. Estaba así antes de crearlo. Venía con esas fallas de fábrica aun antes de que la fábrica existiese.
Agonicé por la misma causa.
Kaaguilaos